Alex Mercer tiene un don o un problema, dependiendo del punto de vista. Gracias a un virus, posee múltiples poderes que lo convierten en el perfecto asesino, pudiendo cambiar su aspecto a todo aquel que consuma. Por supuesto, Alex no obtuvo sus "mejoras" de manera voluntaria. Formó parte de un experimento genético a cargo de una compañía llamada Genetek. Habiendo perdido parcialmente la memoria sobre lo ocurrido, Alex busca tanto la venganza como conocer su pasado. Por otro lado, el segundo sujeto del experimento, Elizabeth Green, está infectando Manhattan con una mutación del virus que convierte a los habitantes en una especie de zombies o en monstruos brutales.