The elder scrolls IV: Oblivion
Un prisionero es arrojado a las profundidades de la mazmorra en la capital de Cyrodiil. Su destino cambia de repente cuando el Emperador Uriel Septim desciende a la prisión huyendo de un asesino. Pero ni siquiera un emperador puede escapar de su destino. Justo antes de que el asesino efectúe el golpe mortal, el viejo emperador confía al prisionero el Amuleto de Reyes y le pide que se lo entregue a su hijo ilegítimo. Los Septim y el amuleto son la última barrera entre el continente de Tamriel y la oscuridad de Oblivion; el delicado equilibrio está amenazado por el Príncipe Daedra de la Destrucción.
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