2046
Él era escritor. Creía escribir sobre el futuro, pero en realidad era el pasado. En su novela, un misterioso tren salía de cuando en cuando con dirección al año 2046. Todos los que subían a él lo hacían con el mismo propósito: recobrar los recuerdos perdidos. Se decía que en 2046 nada cambiaba. Nadie sabía a ciencia cierta si eso era verdad, porque ninguno de los que viajaron regresó jamás. Con una excepción. Él estuvo allí. Se marchó voluntariamente.
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#vista #vista_casa LA-MA-DRE-QUE-ME-PA-RI-Ó!!! Vaya pedazo de ñordo sentimetaloide, vacío y con sobredosis de banda sonora afligida en cámara lenta. Todo para contar que hay un follarín de los bosques que pasa de enamorarse porque se supone que lo hizo una vez y sufrió mazo... (o eso es lo que saco yo en claro).